Virgo: el signo del orden, la observación y el servicio

El símbolo
El glifo de Virgo se dibuja como una “M” con un lazo que se cierra hacia adentro. La “M” representa la materia (lo tangible, lo recto), y el cierre hacia adentro indica el gesto de retener, analizar, clasificar. Es un símbolo de lo que se guarda y preserva, evocando la pureza, la semilla protegida y el discernimiento.
El mito
Virgo está ligado a Astrea, la diosa de la justicia y la pureza, que habitó entre los hombres durante la Edad de Oro. Cuando la humanidad cayó en la corrupción, ella ascendió al cielo y se convirtió en la constelación de Virgo, llevando en sus manos una espiga de trigo. Así, Virgo es el signo que discrimina lo útil de lo inútil, que sabe separar la semilla de la cáscara.
El sentido
Virgo es tierra mutable: la materia en constante ajuste y transformación. Representa la observación minuciosa, el detalle, la capacidad de servicio y perfeccionamiento. Allí donde Virgo aparece en la carta, necesitamos precisión, limpieza, eficiencia. Su desafío: no caer en la crítica excesiva ni en la obsesión por lo perfecto. Su maestría: ordenar lo caótico para que la vida funcione mejor.
Virgo como medida
En el zodíaco ocupa los grados 150°–180°, el cierre del ciclo estival en el hemisferio norte. Es el tiempo de la cosecha, cuando se separa lo aprovechable de lo que debe descartarse. Virgo, entonces, es la conciencia que mide con lupa, que pone al servicio de la totalidad lo que ha sido cultivado.
En tu carta
Virgo indica el área donde necesitamos mejorar procesos, pulir detalles y aplicar discernimiento. Allí desplegamos una mirada crítica, analítica y práctica. Es el espacio para aprender a ser útiles, organizados y meticulosos, sin perder la conexión con la totalidad.



