Escorpio: el signo del poder, la pasión y la regeneración

El símbolo
El glifo de Escorpio está formado por una M (como la de Virgo, pero con una cola que se prolonga en flecha). Esa flecha final simboliza la energía dirigida hacia afuera: penetrante, intensa y transformadora. Representa tanto el aguijón del escorpión como la capacidad de ir más allá de lo visible.
El mito
Escorpio se asocia con el mito del escorpión que mató a Orión, y con dioses del inframundo como Hades o Plutón. Es el signo del misterio, de lo oculto, de lo que debe morir simbólicamente para renacer. En la tradición, Escorpio guarda la llave de lo secreto y lo prohibido, lo que debe atravesar la oscuridad para alcanzar luz.
El sentido
Escorpio es agua fijo: emociones profundas, intensas y permanentes. Representa lo pasional, magnético, extremo, el todo o nada. Allí donde aparece en la carta natal, invita a enfrentar lo reprimido, a sanar, regenerar, purificar. Su desafío: no quedarse atrapado en el resentimiento o la obsesión. Su maestría: la capacidad de transformar el dolor en fuerza.
Escorpio como medida
En el zodíaco ocupa los grados 210°–240°, es decir, la segunda fracción del otoño en el hemisferio norte. Simboliza el tiempo en que la naturaleza se recoge y comienza a morir, para luego renacer con más fuerza. Escorpio es el guardián del misterio de la vida y la muerte.
En tu carta
Escorpio señala el área de la vida donde necesitamos profundizar, soltar lo superficial, ir a la raíz de las cosas. Es el signo que transforma a través de la verdad emocional y la intensidad.



